Bioeconomía reunió una mesa técnica para estudiar acciones contra la «chicharrita»

Compartir:

Fuente: NA.

Buscan coordinar esfuerzos en la lucha contra el insecto que produce el achaparramiento del maíz y ya echó a perder más de 7 millones de toneladas de maíz.

La secretaría de Bioeconomía  se reunió con una mesa técnica para estudiar acciones tendientes a paliar los efectos de la «chicharrita» y el achaparramiento que le genera al maíz causando pérdida de los cultivos.

Este insecto, cuyo nombre científico es Dalbulus maidis, es vector de bacterias que, entre otras enfermedades, producen el “achaparramiento del maíz”, un mal que destruye los rendimientos y ya se cargó mas de 7 millones de toneladas de la cosecha 23/24.

Encabezada por el secretario de Bioeconomía, Fernando Vilella y el director Nacional de Agricultura, Nicolás Bronzovich se llevó a cabo la mesa técnica para coordinar acciones junto a diversas organizaciones de profesionales y técnicos de CREA, AAPRESID, MAIZAR, ASA, AAPCE, F.A.D.I.A., CASAFE y representantes del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Córdoba, Santa Fe, Santiago de Estero y Buenos Aires.

«Con el Comité de Crisis hacemos seguimiento del avance con diferentes actores de la cadena del maíz. Trabajamos en conjunto con el SENASA, INTA e INASE. La idea es que entre todos podamos ir analizando y definiendo la estrategia», dijo Vilella.

Durante el encuentro llevado a cabo en la sede de la cartera, el director Nacional de Agricultura, Nicolás Bronzovich, dijo: «Evaluamos las distintas herramientas que hay disponibles, sobre todo ya no pensando en esta campaña 2024 que está terminando, sino en la próxima campaña 24-25 de maíz para prevenir y controlar la problemática del achaparramiento de maíz por spiroplasma».

Cabe destacar que la semana pasada se conformó el Comité de Crisis contra el achaparramiento y la próxima reunión está convocada para el 2 mayo a las 12hs en la Secretaría. Esta Mesa Técnica busca asesorar y trabajar en conjunto para que las decisiones que tome el Comité sean las más acertadas para poder mitigar los daños que causa esta plaga.

Algunas de las herramientas que se están evaluando para el manejo integrado de plaga incluyen la fecha de siembra, el control durante el invierno del hospedante del vector de la plaga: el maíz guacho y el monitoreo.

Más allá del daño que ya provocó sobre la cosecha 2023/24, y que a esta altura es casi inevitable, la preocupación de toda la comunidad maicera es la campaña 2024/25. 

Otras acciones a tomar serán hacer el seguimiento de la evolución de la población de la chicharrita en los distintos ambientes o sitios de la manera más específica posible; la reducción de los niveles de población del vector, control con fitosanitarios químicos y/o biológicos con aplicaciones postemergentes, control con terápicos de semillas, evaluación del comportamiento de la oferta genética y sobre todo coordinación de procesos agronómicos como principalmente fecha de siembra, especificaron desde Bioecononomía.

Por su parte, la vicepresidente del INTA, Beatriz Giraudo, aseguró: «ahora el desafío es todos, absolutamente todos, hablando del abordaje integral y el desafío de ponernos de acuerdo para hacerlo más eficiente y efectivo posible. Quizás el primer ejercicio de una comunicación compartida, sea el mejor ejercicio para empezar a echar a andar este funcionamiento compartido entre todos».

Durante el encuentro también se destacó la importancia de diferenciar las zonas, ya que el enfoque para combatir esta plaga puede variar según la región. Es fundamental que los productores trabajen de manera conjunta y coordinada en cada zona para lograr un control efectivo.

Desde el INASE se está trabajando en evaluar un protocolo excepcional ante el hipotético escenario de que se presenten materiales con tolerancia y buen comportamiento al complejo de enfermedades que transmiten Dalbulus maidis. 

Desde el SENASA, por su parte, tienen tres fitosanitarios aprobados y están a la espera de la aprobación de tres bioinsumos como herramientas de control.