El intercambio entre Lilia Lemoine y Alejandro Vilca que se hizo viral

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Fuente: Página 12.

“El mundo sin empresarios, funciona. Pero no sin trabajadores», le dijo el referente trotskista jujeño a la maquilladora personal de Javier Milei, que lo acusó de «odiar a los ricos».

La maquilladora personal de Javier Milei e imitadora de personajes de dibujitos animados Lilia Lemoine es muy afecta a las redes sociales y al impacto que su nombre logra en ellas, aunque difícilmente le haya caído en gracia la viralidad que alcanzó entre ayer y hoy a partir del intercambio con el diputado trotskista Alejandro Vilca, quien la dejó en ridículo tras una provocación que ella misma le intentó conferir a sus colegas del Frente de Izquierda.

El jueves se reunió la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados para el nuevo tratamiento de la Ley de Bases y el agregado de un polémico paquete fiscal que incluye una moratoria para empresas que adeudan impuestos y el blanqueo de capitales nacionales y extranjeros sin consultar el origen de los fondos, algo que fue alertado desde muchos espacios en la medida que puede habilitar el ingreso al mercado de fondos de dudosa procedencia.

En su arenga de defensa a estas dos iniciativas impulsadas por el gobierno nacional con el apoyo de distintos espacios políticos, la diputada de La Libertad Avanza le imputó a sus colegas del FIT que “odian a los ricos” y que “no sé cómo se puede construir desde un lugar de odio”. Además, agregó: “La izquierda no representa a los trabajadores y a los pobres, por eso no pasan del 2 por ciento”. Antes de ello los había calificado como “una minoría que no tiene otro lugar donde chillar”.

Luego le llegó el turno a Vilca, quien se tomó siete minutos para contestarle a Bolukalo Lemoine —el verdadero apellido de la edil oficialista—, dado que los había mencionado, y también para sentar la posición de su bloque frente al tratamiento de estas leyes. “Que primero se informe: nadie puede ser diputado con un 2 por ciento. Yo estoy acá como diputado porque en mi provincia sacamos el 25 por ciento”, la corrigió Alejandro Vilca, en mención a la histórica elección de 2021 que su partido hizo en Jujuy y que le permitió acceder a una de las apenas tres bancas que su provincia renueva por turno electoral. En rigor de verdad, la lista encabezada por Vilca en 2021 obtuvo mejor performance porcentual que la integrada por Lemoine el año pasado con LLA en la provincia de Buenos Aires, distrito que representa la cosplayer: 25,1 contra 24,5. 

“No es la izquierda se crea representante del conjunto de la clase trabajadora: somos parte de ella”, especificó el diputado jujeño, quien anteriormente había sido legislador provincial después de trabajar muchos años como recolector de residuos en el barrio Alto Comedero de la ciudad de San Salvador. “Para que sepa, yo soy obrero de la recolección y corría detrás de un camión levantando la basura. Quizá alguno de esos que hoy se dicen libertarios les moleste que la clase trabajadora empiece a tener un rol importante en la vida, y más contra un gobierno que está descargando un gran ajuste sobre la espalda del pueblo trabajador”.

Pero, más allá de la chicana numérica de Lemoine (quien estaba evidentemente desinformada), Vilca aprovechó la provocación recibida para aclarar las acusaciones de odio: “Nosotros no combatimos individualmente a los empresarios y a los ricos, sino a un sistema social y a sus privilegios, que ha creado explotación y opresión, pero también a un sistema donde nos gobierna una minoría que oprime a las mayorías”. 

Luego especificó los motivos por los cuales él y su bancada se oponen a estas propuestas y reformas del oficialismo y sus aliados. “No es que los empresarios son grandes héroes, como dice el presidente Milei. La historia de la humanidad, de Latinoamérica y de nuestro país ha mostrado cómo muchos empresarios y terratenientes hicieron su riqueza en base a la apropiación de las tierras de los pueblos originarios, a grandes matanzas y al trabajo esclavo de muchos de ellos en sus campos, en sus minas, en sus fábricas”. 

“Quitarle multas a los empresarios, como proponen estas reformas, no va a generar más trabajo: en todo caso va a generar más trabajo en negro. El trabajo rural, junto al de la construcción y la gastronomía, es uno de los sectores con más precariedad: casi el 65 por ciento lo hacen en esas condiciones o directamente en negro. Esta reforma va a agravar todo eso, le va a poner más cadenas a los trabajadores. Por eso la izquierda esta en contra de esto”, profundizó Vilca, quién dejó como cierre una conclusión que dejó sin respuesta a Lemoine y todo su bloque: “El mundo sin empresarios, funciona. Pero no sin trabajadores. Y hay que tenerlo en claro”.