Fuente: Página 12.
Treinta horas de debate, más de 150 discursos y ningún receso: el debate maratónico por la Ley Bases y el paquete fiscal prometía extenderse hasta la tarde del martes, pero no auguraba malas noticias para el gobierno nacional. No para la votación en general, al menos, pero distinto era el caso de la votación en particular: la verdadera batalla del oficialismo. Al cierre de esta edición, había varios artículos que andaban flojos de apoyos y prometían generarle a Javier Milei varios dolores de cabeza a la madrugada. A la cabeza de todos ellos estaba la reforma del Estado, que venía acumulando cuestionamientos de radicales y pichettistas y amenazaba con convertirse en el primer fracaso de este segundo round de la Ley Ómnibus.
Las horas de debate se acumulaban en el recinto y en las filas de La Libertad Avanza la preocupación era la misma: no estaban firmes los votos para aprobar la reforma del Estado. Pero no toda la reforma, sino específicamente el artículo 3 de la Ley Bases, que es el que faculta al Presidente a intervenir y eliminar los organismos del Estado (hayan sido creados por ley o no). La oposición había logrado introducir un listado de excepciones para esta facultad -como el Conicet, el Malbrán, Anmat, Conae, el Incaa, entre otros- de modo de blindarlos contra la voracidad anti estatal de Milei. En la práctica, sin embargo, había llevado a que los restantes organismos públicos entraran en pánico y comenzaron a interpretar que, si no estaban en ese listado, significaba que serían eliminados del mapa. Eso pasó con organismos como el Banco Nacional de Datos Genéticos o el Instituto del Teatro, que empezaron a presionar diputados para que los sumaran a la lista.
El oficialismo, sin embargo, no quiere continuar ampliando la lista de excepciones, lo que lleva a que se ponga en duda si tendrá el número para aprobar el artículo. Y es que, a la base de 108 votos en contra – UxP, el FIT, Natalia de la Sota y los dos santacruceños-, se le suma el rechazo de la Coalición Cívica, una decena de radicales, los dos socialistas santafesinos y Margarita Stolbizer. Existe la posibilidad, a su vez, de que se sumen más votos del radicalismo -el fiel de la balanza en este punto- y terminen enfrentando al oficialismo, que no tiene garantizados ni si quiera todos sus propios votos (Marcela Pagano está ausente), a la posibilidad de que se le caiga uno de sus primeros artículos apenas comience la votación en particular. La última vez que pasó esto, en febrero, el resto de los artículos se cayeron como un dominó y tuvieron que devolver la ley a comisión.
Otro de los puntos de la Ley Bases que tiene preocupado al oficialismo es el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), que propone beneficios impositivos exorbitantes para quienes inviertan más de 200 millones de dólares. Vota en contra el sector más duro de la UCR – línea Facundo Manes- y varios diputados de HCF, como la CC, así como algunas bancadas provinciales. «Presten atención a los sin tierra, ellos van a generar problemas», deslizaban los cordobeses que responden a Martín Llaryora.
Un escenario similar se observaba con el capítulo de Ganancias del paquete fiscal, en donde el rechazo de las provincias del sur podría hacer tambalear el número. Un sector del oficialismo se entusiasma con poder conseguir el aval de dos provincias norteñas peronistas que se verían beneficiadas con la restitución del impuesto (que es coparticipable): Catamarca y Santiago del Estero.